Mide tu Capacidad de Endeudamiento

La capacidad de endeudamiento, es un factor muy importante que analizan las entidades financieras cuando de otorgar un crédito se trata, y aplica, obviamente para cualquier tipo de crédito, llámese de vivienda, libre inversión, crédito para pymes, etc.  Todas las personas naturales, las familias, las empresas, cualquiera sea su tamaño, tienen una capacidad de endeudamiento.  De hecho, la mayoría de bancos tienen muy bien establecidos sus estándares a la hora de medir la capacidad de cada cliente/solicitante; y es de los aspectos más sólidos que caracterizan sus políticas.

¿Endeudarse o NO endeudarse? Conocer  tu Capacidad de Endeudamiento puede ser parte de la respuesta

En el eterno debate: ¿endeudarse es bueno o es malo?, la respuesta podría no ser tan sencilla como aparenta,  porque lo cierto es que cada persona, cada familia y cada empresa tiene unas finanzas muy distintas y cada caso es muy particular. 

Los detractores del endeudamiento suelen acudir a argumentos de tipo psicológico, refiriéndose a los efectos de las deudas,  tales  como estrés, depresión, y en general, cambios en el comportamiento que afectan las relaciones consigo mismo y con las personas más cercanas.   Algunos, aluden inclusive razones de tipo “religioso”, entre otros.

Surge entonces una inquietud bien interesante:   Las razones por las cuales decidir endeudarse o no hacerlo, ¿deberían ser de tipo financiero, de tipo psicológico, o de qué tipo?.   Nuestro concepto, sin pretender que sea uno especializado en la segunda área (la psicología), es que se deberían tomar en cuenta absolutamente todos los factores; no sólo de tipo financiero y psicológico, si no también los de tipo social y cultural; entendiendo que las personas, las familias y las empresas, somos “integrales” y cada área de nuestra vida afecta a las otras por lo tanto,  ningún factor debería considerarse menos importante.

Por eso mismo, es crucial entender lo que podría considerase un “endeudamiento saludable”, para ello, debemos empezar por tener claro, qué significa el concepto de “Capacidad de Endeudamiento”

Qué es la Capacidad de Endeudamiento

 

Los especialistas definen la capacidad de endeudamiento como “La mayor cantidad de deuda que se puede adquirir, SIN que afecte la salud financiera de una persona o empresa”. 

Le agregaríamos, en línea con lo descrito anteriormente, que la cantidad de deuda que una persona (familia o empresa) adquiera, NO debería poner en riesgo, ni su salud financiera, ni la psicológica y por ende, tampoco la salud física. Esta definición per se, deja sin peso el argumento de que el endeudamiento afecta en sí mismo, psicológicamente a las personas; entraríamos a hablar entonces no del endeudamiento como tal, sino del “nivel de endeudamiento”  Entiéndase este endeudamiento con el adquirido con el sector financiero, e inclusive el sector real  (bancos, entidades financieras, cooperativas, fondos, corporaciones, etc)

Cuál es el porcentaje idóneo de endeudamiento

Si pensamos en el porcentaje ideal de endeudamiento que una persona, familia o empresa debería tener, hay muchas teorías de expertos en este sentido, con una ventana muy amplia al respecto, ya que la opinión de algunos es que debería ser de máximo el 25% de los ingresos mensuales, y los más flexibles se extienden hasta un 60%.   Es sano conocer los argumentos de todos y plantear una posición propia: SI, todos deberíamos tener una posición al respecto, una vez tengamos la información necesaria,  en pro de nuestra salud financiera, psicológica y todo lo demás;  antes que “estar sometidos” a las políticas de las entidades financieras, deberíamos tener nuestras propias políticas de endeudamiento. De esta forma, cada persona, y cada empresa es quien toma control y decide sobre sus finanzas, y no permite que sean “otros” los que decidan por ellos.

Ahora, en nuestro concepto, hay que hacer un gran paréntesis si el endeudamiento incluye un crédito para vivienda; ¿por qué? porque en los ingresos familiares o personales, necesariamente debe estar destinado un rubro para la vivienda llámese pago de arriendo o cuota bancaria.  En otras palabras, cuando una familia decide tener su vivienda propia, y lo consigue con la ayuda de un crédito para vivienda, lo que hace es “convertir” lo del arriendo en el pago de su crédito; esa por sí misma, ya es una “ganancia”, así que para efectos prácticos del análisis del porcentaje de endeudamiento adecuado, NO se tendrá en cuenta la cuota de crédito para vivienda (bien sea Hipotecario, o Leasing Habitacional).  

En ese sentido, es muy razonable lo que establece la Ley de Vivienda, en cuanto al porcentaje que una familia o persona puede destinar de su ingreso mensual para el pago de su crédito de vivienda; ese porcentaje es del 30% (para vivienda NO VIS).    Ampliemos el concepto con un ejemplo:   Si los ingresos mensuales de una familia son de, por decir algo,   10 millones de pesos, la Ley dice que esa familia, no puede pagar una cuota de crédito de vivienda mayor a 3 millones al mes. (independiente de que los otros 7 millones estuviesen “libres” en gran parte).

Se va configurando entonces una fórmula matemática, que nos sirve como punto de referencia para la respuesta a la pregunta.

Sigamos con el ejemplo.  Esa familia tiene un gasto mensual aprox. por concepto de alimentación, vestuario, educación, recreación  y otros,  de 3 millones.   Por su parte, han establecido como “política” ahorrar el 10% de sus ingresos (para imprevistos, y adquisición de ciertos activos).   Significa que sumando la cuota del crédito de vivienda (3 mm), los otros gastos (3 mm), el ahorro mensual (1 mm), el resultado son 7 millones de pesos.  Significaría que, para el caso particular de esa familia su Capacidad de endeudamiento es del 30%; en otros términos, nuestra familia “X” puede disponer de 3 millones de pesos al mes para el pago de otros compromisos con el sector financiero diferentes al de vivienda:  cuotas de tarjetas de crédito, cuotas de créditos de consumo, cuotas de créditos de libranza, cuotas de afiliaciones y mensualidades en diferentes entidades, etc.

Con ese sencillo “ejercicio” cualquier persona, familia o inclusive empresa, debería establecer sus propias políticas de endeudamiento máximo.

Tips para mantener “saludable” tu capacidad de endeudamiento

De acuerdo a la anterior información, queda claro que cada persona, familia y empresa debe jugar un papel fundamental para determinar su capacidad de endeudamiento y por lo tanto, mantener unas finanzas saludables. Préstale especial importancia a los siguientes aspectos:

Compra inteligentemente

Si bien es cierto que, eventualmente queremos darnos algún “gusto” o alcanzar algún “capricho”, en general las compras deberían ser muy inteligentes.  Para ello, asegúrate de:

  • Hacer una adecuada planificación
  • Verificar que  lo que compras es necesario y/o útil  
  • Lograr un balance entre calidad y precio (normalmente ni lo más barato es lo mejor, ni lo más caro).   Asegúrate de evaluar siempre la relación costo-beneficio
  • Comparar precios: un estándar aceptado por los especialistas, es que deberíamos tener al menos 3 diferentes cotizaciones de lo que queremos comprar
  • Tener cuidado con las ofertas, las rebajas y las promociones:  aunque suelen tener precios atractivos, muchas veces nos conducen a compras innecesarias.
  • Cumplir el “indicador de oro”:  La satisfacción plena.  Una compra, de cualquier tipo, debe dejarnos muy satisfechos, tanto en el momento de comprar, como a mediano y largo plazo.  Si esto no ocurre, seguramente no fue una compra inteligente.

Presta especial atención a los plazos que difieres tus compras

El plazo para diferir una compra, puede ser tu mejor amigo, o tu peor enemigo; y éste suele ser un factor al que no se le presta mucha atención.  Todos sabemos que cuando se difiere a una sola cuota, se tienen beneficios importantes en términos de costo de financiación.  Esa práctica normalmente es muy buena.   Sin embargo todas tus finanzas deben obedecer a una planeación integral.   Si por ejemplo, vas a aspirar a un crédito de vivienda, o de otro tipo, y en los últimos meses has hecho compras significativas (grandes), que estás difiriendo a una sola cuota, muy probablemente restaste toda tu capacidad de endeudamiento.  Aunque pagues muy puntualmente (y por ende tengas muy buenas calificaciones en Centrales de Riesgo), si las cifras indican que No tienes capacidad de endeudamiento, NO te van a otorgar un crédito.

El otro extremo es indudablemente más perjudicial.   Hay quienes tienen la costumbre de diferir las compras al máximo de tiempo posible.   Cuando eso pasa con la mayoría de las compras, e inclusive, de los créditos solicitados (de consumo, libranza, etc) suele ser un indicador de mala salud financiera.  Tanto a las compras pequeñas (con tarjetas de crédito), como a la adquisición de un vehículo o de un inmueble, debería aplicarse la fórmula infalible del “plazo < la vida útil de lo comprado”.  

Un ejemplo para entenderlo es el siguiente:  Si se está pagando con tarjeta de crédito un mercado, para el cual suponemos una “vida útil” de un mes, el máximo plazo al que deberíamos diferirlo es al mes, el cual se supone es el menor plazo posible.  Si estamos comprando la “afiliación de un gimnasio” por 1 año, el máximo de cuotas a las que se debería diferir esa compra, debería ser de 11 meses.  Ideal que fuera a 6 (plazo = 50% de la duración del servicio); un celular, que supone una vida útil (plena de funcionamiento), de 18 meses, el máximo plazo al que debería diferirse es a 15 meses, ideal que no supere los 9 meses.

Monitorear siempre los gastos, compras, cuotas

La “situación financiera” de una persona, familia o empresa cambia literalmente día a día, especialmente en lo concerniente al endeudamiento con el sector financiero.  Monitorea constantemente, y evalúa si es conveniente reducir algún plazo, hacer abonos a capital, prepagar determinada deuda, etc.  Si estás aspirando a un crédito “grande”, bien sea para un vehículo o más aún, un inmueble, asegúrate de reducir al máximo el endeudamiento actual, para liberar la capacidad necesaria para conseguir ese objetivo.

Por otra parte, es bueno establecer “normas propias”, en cuanto al porcentaje de crédito que vas a tomar al realizar una compra vs tus recursos propios.  Es decir, evalúa si lo que vas a gastar/comprar amerita un endeudamiento del 100% de su valor, o deberías ahorrar una parte, para ahí sí adquirirlo.   Por ejemplo, quieres comprar un computador cuyo costo es de 5 millones.  La pregunta fundamental sería:  con cuánto cuentas de recursos propios y cuánto necesitas financiar.  

Establece tus propios estándares.  Dicho de otra forma:  fácilmente en el mercado vas a encontrar para ese producto financiación del 100%, pero, eso es lo que más te conviene?  Si estableces un estándar de, por ejemplo, el 50%, te colocarás la meta de ahorrar los 2,5 millones de pesos y el saldo lo vas a financiar.  Esta práctica tiene múltiples beneficios: Ahorras costos de  financiación; vas a terminar de pagarlo más pronto; no afectas tanto tu capacidad de endeudamiento y sobre todo, la satisfacción de que eso que estás usando, ya te pertenece en buena parte.

En ese sentido, es sano mantener estándares entre un 30 y un 50%, de recursos propios.  Otro indicador de mala salud financiera es financiar siempre el 100% de lo que compras. 

Utilización de las tarjetas de crédito, rotativos y sobregiros

La actual oferta del sistema financiero es amplia, si se trata de tarjetas de crédito e incluso rotativos.  Es importante analizar si realmente se necesitan más tarjetas de crédito y por qué razones, cuáles son aceptables y cuáles no (entre los más importantes beneficios que ofrecen, está la acumulación de millas, la exención de cuotas de manejo, las compras sin intereses, los premios, los puntos, etc).   Los expertos en finanzas sugieren un número de tarjetas de crédito máximo de 3.  Hay quienes tienen 5 o 7, y aunque los cupos estén sin utilizar, el exceso de tarjetas de crédito resta capacidad de endeudamiento.   En nuestro concepto, dos son más que suficientes por persona, pero, la decisión del número de tarjetas que se tengan, va a depender de las necesidades puntuales de cada persona, familia o empresa.

A propósito de los cupos, un indicativo de finanzas saludables es NO exceder esos cupos en más de un 60%.   La utilización en porcentajes superiores, generan “perspicacias” en los analistas bancarios y, dependiendo del producto que se esté solicitando (vivienda, vehículo, libre inversión, etc),  según la garantía del crédito correspondiente (el inmueble, el vehículo, etc) si la utilización de los rotativos está en porcentajes muy altos (del 90% hacia arriba), puede ser causal de negación del crédito.

Qué dice el sector financiero en cuanto a la Capacidad de Endeudamiento

Por su parte, haciendo ejercicios como el que acabamos de hacer (con todas las variables financieras correspondientes), los bancos establecen sus propias políticas al respecto; es decir que, NO dependen de los criterios propios de cada persona, familia o empresa.  Hay tantas diversas políticas o porcentajes en ese sentido, como diferentes entidades existen;  sin embargo, la mayoría de los bancos se encuentran en el orden de, entre el 50% y el 70%, lo que nos parece muy flexible.   Es importante aclarar que éstas entidades NO hacen la distinción hecha anteriormente con el crédito para vivienda; es decir, NO separan el endeudamiento;  en los porcentajes mencionado hay que tener en cuenta todos los créditos y todas las cuotas, incluyendo el de vivienda.

Sigamos con el ejemplo de nuestra familia “X”.   Vamos a suponer que la familia paga arriendo mensualmente, aún no tiene crédito de vivienda; lo va a solicitar con un banco que tiene establecido en su política que las familias tienen una Capacidad de Endeudamiento del 50%.   Actualmente, los compromisos con las diversas entidades financieras,  sumados de la familia, ascienden a 2,5 millones de pesos (créditos, tarjetas, internet, telefonía, televisión, otras cuotas).   Significa que la familia, actualmente tiene un endeudamiento del 25%, y como la política del banco es que, ese endeudamiento puede ir hasta el 50% (máximo), nuestra familia tendrá capacidad de endeudamiento para su crédito de vivienda con ese banco, del 25%; podrá sólo comprometerse con una cuota de crédito de vivienda de máximo 2,5 millones de pesos.

Ahora, veamos el caso de otra familia, la familia “Y”, tiene unos ingresos muy similares a la “X”; pero la diferencia es que el endeudamiento actual de esta nueva familia es muy bajo, es decir, tiene una “alta” capacidad de endeudamiento.   Los compromisos mensuales sólo ascienden a 1 millón de pesos (10%)  y va a solicitar crédito de vivienda (No VIS), en el mismo banco.   Eso supondría entonces que, según las políticas del banco, esta nueva familia tendrá capacidad del 40% de su ingreso mensual?  No, porque ya mencionamos lo que establece la Ley de Vivienda, que máximo puede destinar el 30% del ingreso mensual para el pago de su cuota de crédito de vivienda.  En ese caso, la familia “Y”, sólo puede adquirir una deuda que le suponga un máximo de 3 millones al mes de su cuota de crédito de vivienda.

3 “entes” controlando la Capacidad de Endeudamiento

Con lo descrito en los anteriores párrafos, queda claro entonces que, la Capacidad de Endeudamiento de una persona, familia e inclusive una empresa está “controlada” (o debería estarlo) por 3 entidades diferentes:   La propia persona (natural o jurídica), Las entidades Financieras (con sus políticas plenamente establecidas al respecto), y la Ley.   La combinación de las 3, trabajando en “armonía”, como debería ser, garantizará que el nivel de endeudamiento de la persona, familia o empresa se mantenga “saludable” y dentro de los límites que no suponga arriesgar la salud financiera, física, psicológica ni de ningún tipo.

BUHO Soluciones Financieras puede ayudarte a medir tu Capacidad de Endeudamiento

Como hemos explicado ampliamente, las finanzas de cada persona, de cada familia y de cada empresa son únicas y requieren un tratamiento especial.   BUHO, te ayuda a medir tu capacidad de endeudamiento, con el objetivo de que mantengas unas finanzas saludables y, si estás aspirando un crédito para vivienda, para libre inversión o para tu empresa, puedas presentar un perfil financiero acorde con las políticas de cada banco, y alcances el  objetivo trazado.  Programa una consultoría gratuita aquí.

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2 comentarios en “Mide tu Capacidad de Endeudamiento”

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